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domingo, 27 de julio de 2014

La ambición masónica de Mas arrastra al abismo a Cataluña (y al PSOE)








Si alguien se preguntase de dónde ha venido todo este embrollo catalán, la respuesta deberá ser tan escueta como contundente: de las Logias masónicas. Forzoso, pues, será hablar algo de esto.

Pues como es bien sabido, la masonería surgió en la Edad Media como un ‘club’ muy ‘exclusivo’ de los arquitectos más solicitados de la época, y que se conjuraron secretamente para intercambiarse los ‘trucos’ de construcción que fuesen usando para así asegurarse seguir ellos en candelero con exclusión de los demás. Postura en principio, como se ve, bastante aceptable (¿por qué no, pobrecillos?).

La cosa se enturbió cuando, con el tiempo, este modo ‘gremial’ de actuar comenzó a ser imitado por otros grupos de otros ámbitos y, en concreto, el comercial y el político que, incluso, acabaron fusionándose con el consiguiente riesgo de corrupción en el ejercicio de cargos públicos.

Porque lo que se inició como una simple y honorable ‘ayuda mutua’, pasó luego a ser --a medida que los masones ascienden en la escala jerárquica -- todo un ‘compromiso’ de callar los posibles excesos privados que los conjurados cometiesen; compromiso de complicidad que les aseguraba no sólo el apoyo recíproco sino también --y esto es lo malo-- encubrimiento e impunidad.

Tal compromiso formó pronto parte del ritual de ingreso en las Logias --grupito de conjurados-- de mayor rango, en los que se aseguraba la fidelidad del neófito mediante someterle a humillaciones y vejaciones que, con aceptarlas, demostraba su futura inquebrantable ‘obediencia’ a las decisiones de la Logia, y servilismo sin fisuras hacia sus más inmediatos mentores.

Transpóngase esto al ‘caso Cataluña’, y probablemente empiece a comprenderse mejor.

Supóngase, por ejemplo, que D. Jorge Pujol (Jordi; para los amigos) perteneciese a una familia ‘fenicia’ de las tradicionalmente relacionadas con estilos masónicos como los descritos, y en los que ‘el fin’ de ganar dinero (incluso “por el mero hecho de amasarlo y amasarlo”, tal vez) comenzase a ‘justificar los medios’; desde cuya perspectiva es obvio que tenerlo en Andorra u otro lugar resulta un tanto indiferente: el caso es ‘tenerlo’.

Supóngase que a D. Jorge, con el tiempo, le ofrecen --y acepta como honor-- ingresar en un ‘grupo de amigos’ que acaba siendo una Logia masónica… en la que encuentra nuevas y fecundas posibilidades de ‘prosperar’ profesional, comercial, y hasta políticamente. ¿Habrá muchos que desdeñasen tal oportunidad?

Pero después, ascendiendo y ascendiendo en el rango de Logia en Logia --como, por ejemplo, le pasó a Enrique Tierno Galván u otros de su estilo--, descubre que le ‘reservan’ --según es preceptivo que suceda en las Logias-- un ámbito exclusivo donde él desenvolverse: el pretexto de la política (y la ‘identidad’) catalana. ¿Quién no lo aprovecharía?
 
Y ya estando en éstas, comprueba que, efectivamente, eso de tener dinero en el extranjero es ‘pan comido’. ¿Por qué no?

Al propio tiempo, supóngase que llega hasta su entorno un nuevo y jovenzuelo aspirante que también ha ido ascendiendo de Logia en Logia. Mas recuérdese que, para esto, la técnica es la misma que para medrar en un partido político: ‘hacer pasillo: ¡mucho pasillo!’ (estar siempre ‘de cuerpo presente’ en todas las salsas y ‘pasillos’ de la sede), y tirar constantemente de la levita a todos los allí ya ‘establecidos’: haciéndoles de ‘chico para todo’ y, en concreto, siendo experto en el más completo ‘enjabonado’ de jefes y jefecillos. ¿Acaso no cae simpático alguien así?

Supóngase que el advenido, en su manejo del jabón, encuentra el filón de azuzar la paranoia ‘del jefe’ descubriéndole su ‘predestinación histórica’ de hacer del terruño todo un Estado… siquiera sea como aquél en que viene guardando sus dineros... Y así, durante años y años. ¿Habrá algún jefe o jefecillo insensible a esto? ¿Habrá quien no acabe por nombrarle su ‘delfín’ en la tan ‘salvadora’ empresa de botar una nueva nave que capitanear ‘con plenos poderes’ (lo de los ‘plenos poderes’ es, claro, imprescindible…)?

Pero entonces,… cuando ‘el jefe’ ya anciano le traspase los papeles,… ¿acaso el advenido… ¡venido! --¡por fin!-- a ‘jefe’, renunciará al señuelo que él mismo se inventó para encandilar y congraciarse con su ‘mentor’… durante tantos años servilmente enjabonado?

Y si a esto añadiésemos que el advenido se topase con algún miembro de alguna otra importante Logia en la que también éste se hubiese hecho hueco a base de equivalentes sectarismos con los que, embaucando igualmente a incautos crédulos, hubiese --por ejemplo--  alcanzado la cima del Gobierno nada menos que estatal: ¿es que --siguiendo las sagradas normas masónicas del toma y daca-- no habría llegado con él a secreto acuerdo de “yo no te chincho si tú me das lo que quiero”?

‘Mas’ ¡ay!: que lo malo es que, iniciado el pastel, ya no se puede recomponer… Y hasta los sucesores de este gobernante que a aquel advenido se lo sirvió en secreto y en bandeja, tienen ahora que inventarse algo para complacerle sin que desvele la conjura a que con él se llegó…

Y éste es --parece-, y no otro, todo el tinglado ‘catalán’: amaños de Logia con Logia para encubrirse recíprocamente en sus propósitos de ambición… bastante infantil, por cierto.

Buena prueba --circunstancial, desde luego; pero…-- son los curiosos apretones de manos que recogemos (y que en las propias fotos explicamos). Y el que algún periódico --afín también a esas Logias-- haga propaganda (conforme pretendemos mostrar en las imágenes adjuntas) de un ‘federalismo’ que es toda una ‘rendición’ ante la estupidez del secparatismo; y dé boato a grupos concertados en ese mismo sentido, en tanto que procura desprestigiar a otros.

Sin embargo, la realidad es como es. Y bien parece que el ‘caso Cataluña’ procede más bien de la narración que les hemos ofrecido, y que la tremenda pifia de D. Jorge, ocultando dinero por ahí fuera, nos la vendría a corroborar sólidamente: la independencia catalana no es ‘Mas’ --según parece-- que un truco para evadir a Hacienda.

(¡Eso sí!: después que todos, durante 80 ó 90 años, hemos estado invirtiendo en Cataluña, radicando allí empresas DE TODOS y proporcionándole recursos,… para que luego nos haga aquello de “¡coge el dinero, y corre!”…)

La presunta ‘riqueza’ catalana NO es suya SINO la que TODOS le hemos ido dando graciosamenteQue nos la devuelva: a ver qué le queda.


Prof. Dr. Fernando Enebral Casares




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